Hola a todos, en estos días de Navidad estoy aprovechando entre otras cosas para leer algunos libros. Mientras leía uno de ellos, me daba cuenta de la facilidad con la que se puede manipular la Historia. Seré breve: en principio, la Historia es objetiva, es decir, la Historia es la sucesión de acontecimientos, y éstos son objetivos en sí mismos. Pongo un ejemplo: Napoleón, en el año 1800 atravesó los Alpes con su ejército. Hasta aquí todo bien ¿verdad? Ahora viene la otra parte: detallar o narrar cómo lo hizo. Pondré un cuadro de David para mostrarlo.
Jaques - Louis David. Napoleón atravesando los Alpes.
Bien, según este cuadro, vemos que Napoleón pasó con valentía entre los peligrosos senderos de los Alpes. Parece no tener miedo ante la posibilidad de que su caballo pueda resbalar por un momento, perder el equilibrio y despeñarse. De hecho, mantiene a su caballo en posición de “corbeta” (se llama así la posición en la que el caballo mantiene levantadas sus patas delanteras) Napoleón tampoco parece estar cansado teniendo en cuenta la dureza de la travesía ¿no creéis? De acuerdo, vamos ahora a ver un cuadro que muestra el mismo acontecimiento, pero esta vez a manos del pintor Delaroche.
Paul Delaroche. Napoleón atravesando los Alpes.
Vemos ahora el mismo acontecimiento pero mostrado de un modo muy distinto, o mejor dicho… de un modo muy verídico. Sí, porque para atravesar los Alpes, era mucho más útil y seguro hacerlo sobre una mula que sobre un caballo (por las características propias de cada animal). Vemos también a un Napoleón muy agotado (al menos eso muestra su rostro) lo que es lógico tras pasar varios días de continua travesía y descansando poco tiempo. Como véis, esta versión es la que más se ajusta a la realidad, y no como nos muestra el pintor David. Ay... cuánta manipulación ¡Al final acabarán mostrando a Napoleón atravesando los Alpes sobre una moto!
Esta imagen la he encontrado en internet... sobran las palabras.
¿Habéis visto? Es muy fácil manipular la Historia incluso “retocando” unos pocos matices. Entonces… ¿cuál es la solución? Pues… en principio creo que hay dos: la primera es hacer uso de nuestra razón para discernir acerca de la verdadera realidad, causa, consecuencia y finalidad de un acontecimiento. La segunda es muy sencilla: cuanta más Historia sepas, más fácil te será entenderla. Y esto no es un consejo que os mando a vosotros, sino también a mí mismo, por eso mismo estoy dedicando un tiempo de lectura cada día para aprender un poco más de Historia. ¡Hay tiempo para todo! Feliz Navidad.