PUERTA ROMÁNICA

PUERTA ROMÁNICA
Título: "Puerta románica". Es fácil abrumarse al contemplar detenidamente puertas como esta. Se trata de una puerta románica de una iglesia del Valle de Arán (Lérida). Nos puede atraer la historia secular que guarda cada una de las piedras que la forman (no hay dos iguales). Y si ya nos paramos a imaginar la cantidad de gente que ha pasado por ella (con sus respectivas realidades personales) la cosa ya nos supera y se adentra en "lo sublime". Así se entiende porqué los autores románticos volvieron su mirada a la Edad Media.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Un poco acerca del Coliseo.

Para los chic@s de Latín: empecemos por el nombre del edificio… porque procede curiosamente de un elemento que estaba junto a la construcción. Se trataba de una gran escultura de Nerón, denominada el “Coloso de Nerón” precisamente por sus notables dimensiones. Por cierto, en cuanto al emperador Nerón… supongo que no tenéis muy buenas referencias. Se dice que mientras la ciudad de Roma sufría un gran incendio, él permanecía tocando la lira tranquilamente. También se ha dicho que fue él mismo quien ordenó el incendio de la ciudad. Lo cierto es que en el mismo barrio que había quedado arrasado por las llamas construyó su nuevo palacio… lo cual es bastante sugerente.

Recreación de la escultura colosal de Nerón junto al Coliseo.


Nerón tocando la lira mientras Roma padece el incendio.


Esta gran escultura de Nerón no se conserva en la actualidad. Lo mismo ocurre con cada uno de los vanos (ventanas) del edificio, puesto que cada una de ellas albergaba una escultura.

Tampoco se ha conservado el sistema de toldos que era instalado en la parte superior del edificio por los marineros de Roma (por su experiencia con las velas de las embarcaciones) para mejorar la comodidad de los espectadores.



Otro detalle del Coliseo que no se acostumbra a citar es la práctica de algunas “naumaquias” es decir, batallas navales. Por extraño que parezca, es cierto que se llegaron a celebrar en ocasiones puntuales (eran espectáculos realmente costosos). La parte de la arena se inundaba (gracias a los acueductos que abastecían la zona) y se realizaban verdaderas batallas navales (aunque a una escala menor, claro está).

Recreación de una naumaquia (batalla naval) en el interior del Coliseo.
También podéis observar el toldo que resguardaba a los espectadores.


Como estamos viendo… son muchos los detalles que no han llegado hasta nuestros días. De hecho, ni siquiera el propio Coliseo existiría, dado que fue usado durante siglos como cantera, es decir, un lugar de donde extraer los sillares (piedras ya cortadas) para realizar otras construcciones (generalmente palacios). Gracias al grabador Piranesi podemos tener un reflejo de cómo los “saqueos” habían reducido el tamaño del Coliseo.

Grabado de Piranesi (1760) Se observa el efecto que el expolio había dejado sobre el edificio.
Delante aparece el arco de Constantino.


Gracias a la acción del papa Benedicto XIV (no confundir con XVI) que consagró el edificio en 1749 se consiguió frenar la extracción de piedra. Para ello se construyó además un contrafuerte (especie de cuña) con la finalidad de detener el expolio y reforzar el edificio.

Contrafuerte del Coliseo.


Hoy en día el Coliseo aparece muy transformado en relación a su aspecto original, pero no podemos quejarnos… al menos aparece (muchos monumentos de la antigua Roma no pueden decir lo mismo).


Interior del Coliseo.
Se observan los pasadizos por donde conducían a los animales que iban a formar parte del espectáculo.